Una forma diferente de ver la tabla periódica.
La tabla periódica de los elementos muestra los elementos químicos ordenados por su número atómico (número de protones), configuración de electrones y propiedades químicas. Elementos con comportamiento similar se encuentran en la misma columna. La primera versión fue publicada por el ruso Dmitri Mendeleyev en 1869 y permite incluso predecir elementos que todavía no han sido descubiertos, entre otras cosas.
Una tarea con la que tenemos que lidiar tanto profes como alumnos cada curso al menos una vez es el ejercicio de memorizar la tabla periódica, ya sean los elementos, sus símbolos y su colocación, hasta sus valencias.
Aquí cada uno aplica sus propios trucos para aprendérsela: algunos prefieren colgar un póster en la habitación para, poco a poco, ir quedándose con algunos de los elementos, otros prefieren ponerse delante del papel y repetir en voz alta hasta que su cerebro lo interioriza, como si de una canción se tratara y a veces hasta usamos frases creadas por nosotros mismos como regla mnemotécnica.
Pero ahora vamos a proponeros una idea de Keith Enevoldsen (un diseñador de Seattle, Estados Unidos) para asociar los símbolos en sus filas y columnas con el mundo que nos rodea:
Creó una versión interactiva que muestra al menos un uso para cada elemento. En ella se puede ver, por ejemplo, cómo el tulio es esencial para cirugías con láser, el estroncio para los fuegos artificiales y el americio para los detectores de humo. Como veis, además de aprendernos elementos que ni siquiera sabíamos que existían, podemos encontrar curiosas utilidades de cada uno de ellos, incluso los más conocidos nos sorprenderán.