AJEDREZ
Hoy vamos a curiosear acerca del origen del mundialmente conocido ajedrez.
Como ya sabíamos, es un juego (y en categorías más altas hasta un deporte) en el que hay infinitud de posibilidades de movimiento, con cada una de las 16 piezas de cada contrincante para, finalmente, ganarle. El tablero, por si no nos habíamos fijado, tiene 8×8=64 casillas en las que podemos desarrollar nuestra estrategia. Pero, ¿realmente tenemos idea de cuánto tiempo hace que sabemos jugar al ajedrez?
Tal y como lo conocemos ahora surgió en el siglo XV como evolución de otro persa llamado Shatranj, pero los campeonatos no empezaron hasta el siglo XVI, y continúan, tanto individualmente como en equipos en la actualidad.
Pero al margen de la historia, cuenta la leyenda que Sessa, inventor del ajedrez, presentó el juego a Sherán, príncipe de la India, quien quedó maravillado de lo ingenioso que era y de la variedad de posiciones que en él eran posibles. Con el fin de recompensarle, le dio el derecho de decidir él mismo cuál sería su recompensa. Sessa, que como veréis era muy sabio, le pidió al rey algo que, en principio, aparentaba ser humilde: «Soberano, manda que me entreguen un grano de trigo por la primera casilla del tablero de ajedrez, dos granos por la segunda, cuatro por la tercera, ocho por la cuarta, y así sucesivamente hasta la casilla sesenta y cuatro». El rey, que no se caracterizaba por saber mucho de aritmética, aceptó el pedido y le ordenó a su tesorero que contase los granos correspondientes. Cuando, después de una semana, había hecho los cálculos, se dio cuenta de que Sessa pedía que le recompensaran con el siguiente número de granos: 1 + 2 + 2^2 + 2^3 + 2^4 + … + 2^63 ; ¡más de 18 trillones!, que es la cosecha que se recogería al sembrar 65 veces toda la tierra. Por supuesto que el príncipe no pudo cumplir su promesa…
Esto nos sirve para introducir cosas que estudiamos en nuestras clases, como son los exponentes, las potencias de cero, las sumas y las series geométricas, además de que el propio juego es una gran herramienta para mejorar la inteligencia y el rendimiento escolar (comprensión lectora, concentración, memoria, razonamiento lógico, pensamiento científico, autocrítica, responsabilidad, motivación, reflexión, creatividad, paciencia, disciplina, cálculo de riesgos, tenacidad, capacidad de visión global, cálculo espacial). A largo plazo también ayuda a prevenir el Alzheimer y el retraso de enfermedades mentales. ¡Todo ventajas!
Os animamos a probarlo y a venir a descubrir cómo podemos aprender de una forma divertida.