Las matemáticas y la literatura (TOM SAWYER)
Parece que la rivalidad existente entre “los de ciencias” y “los de letras” no podrá acabar nunca. Sin embargo todos conocemos a grandes filósofos, como Platón, que si nos escuchasen decir esto nos darían una colleja.
Hoy os vengo a traer un ejemplo de como literatura y matemáticas se encuentran juntas de manera natural. En este caso vamos a observar un fragmento de Las aventuras de Tom Sawyer (Mark Twain -1835-1910-):
Cuando llegó el momento de dar las lecciones, ninguno se las sabía bien y había que irles apuntando durante todo el trayecto. Sin embargo, fueron saliendo trabajosamente del paso, y a cada uno se le recompensaba con vales azules, en los que estaban impresos pasajes de las Escrituras. Cada vale azul era el precio de recitar dos versículos; diez vales azules equivalían a uno rojo, y podían cambiarse por uno de éstos; diez rojos equivalían a uno amarillo, y por diez vales amarillos el superintendente regalaba una Biblia, modestamente encuadernada (valía cuarenta centavos en aquellos tiempos felices), al alumno. […] Y entonces, cuando había muerto toda esperanza, Tom Sawyer se adelantó con nueve vales amarillos, nueve vales rojos y diez azules, y solicitó una Biblia. Fue un rayo cayendo de un cielo despejado. Walters no esperaba una petición semejante, de tal persona, en los próximos diez años.
¿Quien no conoce este libro? Pues bien os planteo lo siguiente: ¿Tom Sawyer merecía la biblia con los pasajes que tenia?
Debajo de la imagen tenéis la solución, pero ¡No miréis sin intentarlo primero!
Si llamamos A al número de puntos amarillos, R al de puntos rojos y B al de puntos azules, los puntos que tiene Tom son justamente:
9A + 9R + 10B
Y como: 1A = 10R= 100B, Tom tiene realmente:
900B + 90B + 10B = 1.000B = 10 A = 1 biblia.