Modelo de las funciones ejecutivas: propuesta de intervención en TDAH
En la actualidad, el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) es uno de los trastornos más comunes en la población infantil. La mayoría de las definiciones que diversos autores han propuesto sobre el trastorno coinciden en que los síntomas característicos del TDAH son: la presencia de déficit atencional, dificultades para controlar los impulsos y exceso en la actividad motora.
El modelo de las funciones ejecutivas es una propuesta que hace Barkley sobre el TDAH en la infancia. Según sus investigaciones, Barkley afirma que los niños con TDAH presentan un déficit para regular el propio comportamiento, lo que explica que también tengan dificultades para inhibir la conducta. Por ello, no son capaces de controlar las respuestas inmediatas y evitar estímulos presentes en la situación, ya sean internos o externos, por lo que la resistencia a la distracción es reducida.
Barkley define las funciones ejecutivas como las actividades mentales dirigidas hacia uno mismo que permiten a la persona modificar su comportamiento para cambiar el resultado inadecuado de una acción por otro más adecuado. Cuando existe TDAH, no se activan de forma óptima las funciones ejecutivas, por ello, esta respuesta inicial no puede ser sustituida por unas metas más adecuadas y los pasos necesarios para que puedan ser alcanzadas. Barkley distingue cuatro funciones ejecutivas que están alteradas en el TDAH como consecuencia del déficit en inhibición conductual: la memoria de trabajo no verbal; el habla autodirigida o memoria de trabajo verbal; el control de la motivación, las emociones y el estado de alerta; y la reconstitución.
El modelo de las funciones ejecutivas se centra en trabajar las áreas que están alteradas y propone la necesidad de llevar a cabo la intervención con el alumno en el contexto donde se quiere que se produzcan las conductas deseadas. Por tanto, uno de los puntos fuertes del modelo es que no solo se centra en mejorar los síntomas característicos del TDAH (atención, impulsividad – hiperactividad), sino que apuesta por una intervención multimodal, en la que padres y profesores tienen un papel activo y contribuyen al éxito de la intervención.